La revolución logística en el comercio minorista ya está aquí
Los MFC situados en tiendas no sólo permiten a los supermercados aprovechar su espacio de venta, sino que también pueden reducir los requisitos de almacenamiento del inventario del centro de distribución, ya que el inventario de la tienda se puede utilizar para complementar el existente en el sistema de automatización.
En lugar de reinventar servicios especializados en el centro de distribución, como alimentos preparados o servicios de carnicería en el centro regional, o incluso invertir en el almacenamiento automático en frío, se puede configurar un MFC automatizado combinado con un picking manual de gran volumen para satisfacer hasta aproximadamente el 90% de la cesta típica, y dejando tan solo el 10% restante a terminar de recoger en las tiendas.
Esto permite a los supermercados aprovechar las ventajas de la automatización al tiempo que reducen el tamaño de la inversión, de la complejidad y ofrecen a los clientes en línea la misma amplitud de productos que a los compradores en la tienda. Al mismo tiempo, minimizan el impacto negativo que suponen los operarios de picking, con sus carros de gran tamaño en los mismos pasillos de la tienda donde está el cliente final. Asimismo, algunos minoristas también pueden obtener sinergias en los procesos de recepción y almacenamiento, así como una mayor flexibilidad laboral al desplegar la automatización en la tienda en lugar de en una ubicación separada.
Aunque la automatización en la tienda tiene ventajas obvias, hay algunos retos clave que deben abordarse. El más importante se refiere al espacio que requiere un micro-almacén urbano en la tienda, ya que la mayoría de ellos ocupan entre 750 y 1.300 metros cuadrados. Esto puede suponer un desafío, sobre todo para las tiendas más pequeñas o las que se encuentran en entornos minoristas densos sin posibilidad de ampliar el espacio de la tienda.
En establecimientos más grandes, sin espacio para una expansión del almacén trasero, se han incorporado MFC en algunos supermercados mediante la compresión de la tienda. Al reorganizar y consolidar la mercancía en las instalaciones, se puede crear el espacio necesario para un MFC y, gracias a la mayor eficiencia que proporciona el centro de micro-almacén urbano, aumentar el volumen de ventas por metro cuadrado.
La optimización del limitado espacio disponible también puede requerir la reevaluación de los procesos en el centro de distribución principal. En la actualidad, trabajamos con tiendas de comestibles que están implementando más procesos de manipulación de cajas en su centro de distribución principal para permitir el envío de palés mixtos o pedidos de cajas sueltas, tipologías especificas del MFC, para reducir el espacio necesario en la recepción y agilizando así el reabastecimiento a nivel local tras el centro de distribución.
Un último reto que merece la pena tener en cuenta es la capacidad del software de gestión del MFC para adaptarse a los requisitos específicos de la distribución de e-grocery. El hecho de que el software de control de automatización pueda satisfacer las necesidades de algunas aplicaciones de comercio electrónico no significa que vaya a funcionar en el sector de la alimentación cuando se solicitan los pedidos online. Y es que las tiendas de comestibles necesitan una mayor capacidad para gestionar el inventario: por fechas de caducidad y códigos de lote, capacidades de pre-selección y puesta a punto, que suavicen los picos que se producen durante las horas de pedidos más populares. También la capacidad de reconfigurar fácilmente las cubetas de almacenaje en las estaciones de reposición.
La ubicación conjunta del MFC en la tienda minorista ofrece múltiples sinergias, pero la implementación de un centro de micro-fulfillment requiere una planificación cuidadosa y un socio experimentado. En Swisslog, trabajamos con las tiendas de comestibles en todas las etapas de la evolución del MFC -desde la implementación completa final hasta la planificación inicial- para optimizar la utilización del espacio, mejorar la gestión del inventario y aumentar el rendimiento y la productividad.
Para obtener más información sobre el despliegue de un MFC dentro de la tienda, lee nuestro nuevo libro blanco, “Ganar con la distribución capilar en la carrera de la cadena de suministro: utilizar el micro-almacén urbano para crear sinergias entre en canal online y el de la tienda”.